Existe una relación directa entre los problemas de lectura y las habilidades visuales.
Una buena comprensión y velocidad lectora depende de las siguientes funciones:
Movimientos oculares: Seguimientos y sacádicos
Los movimientos de seguimiento nos permiten seguir objetos de una forma suave y precisa.
Con los sacádicos pasamos de una fijación a otra, es decir de una palabra a otra o de una línea a otra, estos han de ser precisos.
Fijaciones
El ojo sólo ve cuando está detenido, fijando y enfocando, entonces el cerebro procesa la información.
Campo visual
En relación a la lectura lo ideal es tener un campo visual amplio para poder ver la mayor cantidad de palabras y realizar menos fijaciones oculares.
Los niños que se acercan mucho al papel pierden campo visual y han de realizar más fijaciones oculares disminuyendo la velocidad y comprensión lectora.
Acomodación o enfoque
La acomodación permite realizar cambios de enfoque a cualquier distancia, consiguiendo que la imagen sea nítida.
Visión binocular
Las disfunciones binoculares como la insuficiencia de convergencia hacen que la información visual nos llegue distorsionada y el esfuerzo para leer sea mayor. Los ojos han de trabajar como un equipo sin competir entre sí.
Habilidades viso-espaciales
Para una correcta direccionalidad gráfica es importante desarrollar una adecuada lateralidad y orientación.
Percepción visual
Las habilidades de percepción visual nos permiten reconocer, discriminar e interpretar los estímulos visuales, ayudándonos a mejorar la velocidad lectora y la comprensión. Entre ellas destacamos la discriminación visual, la figura-fondo, las relaciones espaciales la memoria visual y la visualización.
En un examen visual es importante analizar todas las funciones anteriores que intervienen en el rendimiento lector.
Publicado: Zona Hospitalaria – ZHn40 – Mar/Abr 2013