Los cristales progresivos son la solución idónea para los presbitas. Sólo con una gafa graduada podemos ver correctamente a todas las distancias, pues la graduación varía progresivamente.
La parte inferior de la lente está graduada para visión de cerca y la parte superior para visión de lejos.
Existe también una zona intermedia para la media distancia como el ordenador.
Podemos cambiar de una visión a otra sin cortes visibles, con comodidad y sin que suponga un esfuerzo para nuestros ojos. De esta manera, no es necesario cambios de gafas constantemente para ver a distintas distancias.
Existe una amplia gama de progresivos para adaptarse a las características visuales de cada persona, según las actividades a realizar.
Actualmente existen dos tipos de cristales progresivos:
Retallado digital avanzado
Los cristales se trabajan punto a punto en las dos superficies de la lente, para obtener la graduación del usuario, de esta forma se consiguen zonas ópticas amplias de gran calidad y diseño personalizado.
Retallado tradicional
De esta manera, se trabaja solo la cara interna de la lente, los campos visuales son menos amplios, tienen más aberraciones. Estos progresivos los denominamos estándar, son más económicos.
Al cristal progresivo le podemos aplicar los tratamientos que el usuario necesite.
- Antirreflejante: para mejorar la calidad de la imagen.
- Protección UVA.
- Protección luz azul: disminuye la distorsión y reduce la fatiga ocular.
- Fotocromáticos.
- Filtros solares.
No es lo mismo llevar un progresivo diseñado hace quince años, con un diseño tradicional que un progresivo retallado digitalmente con amplios campos de visión.
Las nuevas generaciones de cristales progresivos han reducido el tiempo de adaptación, creando una visión más cómoda, adaptada a cada persona.
Publicado: Zona Hospitalaria – ZHn50 – Nov/Dic 2014